Invertir en inmuebles ha sido durante mucho tiempo una estrategia popular para hacer crecer el patrimonio y generar ingresos pasivos a largo plazo.
Sin embargo, adentrarse en el mundo de la inversión inmobiliaria requiere conocimiento, planificación y una comprensión profunda del mercado.
Tipos de inversiones en bienes inmuebles
Existen diferentes tipos de inversiones en bienes inmuebles:
Fondos de Inversión Inmobiliaria (REITs)
Una de las maneras menos conocidas de invertir en bienes inmuebles es a través de las SOCIMIs (Sociedad Cotizada Anónima de Inversión en el Mercado Inmobiliario) o sus equivalentes en inglés, las REITs (Real Estate Investment Trust).
Estas entidades se especializan en la adquisición, rehabilitación, venta y alquiler de propiedades, que abarcan desde viviendas hasta grandes inmuebles como naves industriales, edificios de oficinas y terrenos. Pero, ¿qué relación tiene una empresa privada contigo?
Al igual que muchas otras corporaciones, algunas SOCIMIs están listadas en la Bolsa de Valores, lo que te permite «sumarte al tren» invirtiendo en ellas. Cuando estas compañías generan ganancias, distribuyen dividendos que, como accionista, se traducen en tus propios beneficios.
Además, si implementas una estrategia de inversión efectiva, puedes obtener ganancias adicionales por plusvalía al vender las acciones de estas empresas a un precio superior al que las adquiriste.
De esta manera, puedes comenzar a invertir en el mercado inmobiliario de forma rápida y con poco capital. Pero lo más relevante es que se trata de una inversión «pasiva», ya que no eres tú quien debe buscar propiedades, comprarlas o reformarlas… simplemente te limitas a esperar los beneficios.
Crowdfunding inmobiliario
El principal obstáculo o barrera de entrada para invertir en bienes inmuebles es la necesidad de contar con un capital significativo para adquirir una propiedad o, alternativamente, solicitar un préstamo que permita su compra.
Por esta razón, el uso del crowdfunding en este tipo de inversiones se está volviendo cada vez más habitual. En términos simples, consiste en que un grupo de inversores reúne sus fondos para invertir en una propiedad que individualmente no podrían adquirir.
Por ejemplo, si una propiedad tiene un valor de 100.000 € y las participaciones son de 1.000 €, 100 inversores pueden unirse para comprar la propiedad y luego distribuir las ganancias entre todos. Esta puede ser una buena opción para quienes desean invertir 10.000 € pero no disponen del capital completo para comprar un inmueble por su cuenta.
Y no, no es necesario que preguntes a tus conocidos si quieren invertir contigo. En su lugar, puedes utilizar plataformas como Urbanitae, Evostate, Brickstarter o Estateguru, las cuales se encargan de buscar la propiedad, acondicionarla, comprarla y ponerla en venta o alquiler.
Comprar un piso para alquilar
Sin lugar a dudas, una de las formas más comunes de invertir en bienes inmuebles es adquiriendo una propiedad para alquilarla. Aunque sea una opción tradicional, no por ello deja de ser efectiva. De hecho, es una de las mejores estrategias para lograr una rentabilidad a largo plazo.
A diferencia del crowdfunding inmobiliario, en este caso eres tú quien debe aportar todo el capital necesario para el proyecto. Normalmente, tendrás que solicitar una hipoteca y cubrir el 20% del valor del inmueble como pago inicial, además de disponer de fondos adicionales para los gastos asociados a este tipo de operaciones.
Una vez adquirida la propiedad, deberás alquilarla a un precio que te permita cubrir la hipoteca y otros gastos adicionales como desperfectos ocasionados por inquilinos, impuestos de bienes inmuebles, cuotas de comunidad, etc.
A pesar de ser considerada por muchos como una de las formas más seguras de invertir dinero, esta estrategia no está libre de riesgos. Los desafíos más significativos incluyen la posibilidad de no encontrar inquilinos o encontrarlos y que estos decidan no pagar el alquiler.
Estos problemas pueden agravarse si te has endeudado para adquirir la propiedad, ya que podrías no tener suficiente dinero para cubrir la hipoteca con tus ingresos restantes.
Si deseas invertir en propiedades para alquilar pero una vivienda se escapa de tu presupuesto, puedes comenzar adquiriendo plazas de garaje o trasteros en las principales ciudades de tu país. Estas propiedades tienen costos considerablemente menores que los de una vivienda, posibilitando su compra sin necesidad de solicitar un préstamo en muchos casos. Aunque las rentas generadas son menores, pueden ofrecer una rentabilidad anual superior a la de las viviendas convencionales.
Inversión en bienes inmuebles: una alternativa con múltiples facetas para obtener rentabilidad a largo plazo.
Comprar para reformar y vender
En lugar de adquirir una propiedad con la intención de obtener rentabilidad a largo plazo, muchas personas optan por buscar inmuebles que requieran reformas o remodelaciones menores para venderlos a un precio más alto en un corto periodo de tiempo.
Esta es una forma muy atractiva de invertir en bienes inmuebles debido a los posibles beneficios. Sin embargo, es crucial entender que no todo es tan sencillo.
Primero, necesitas identificar una propiedad significativamente devaluada debido a su estado, pero no tanto como para que acondicionarla sea más costoso que el beneficio potencial.
Luego, debes planificar y ejecutar la reforma, o subcontratarla, asumiendo los costos que esto implica. Finalmente, tienes que vender la propiedad a un precio superior al total de los costes incurridos durante la operación.
En resumen, es una manera interesante de lograr buenas rentabilidades en el mercado inmobiliario, pero está dirigida a aquellos que no temen «ensuciarse las manos».
Invertir en apartamentos turísticos
Hoy en día, viajar se ha convertido en una tendencia, especialmente para descubrir diferentes partes del mundo y sus culturas. Por esta razón, el mercado de los apartamentos turísticos está en pleno apogeo, con empresas como Airbnb experimentando un crecimiento asombroso.
Invertir en bienes inmuebles, específicamente en apartamentos turísticos, implica adquirir una propiedad para alquilarla a visitantes que llegan a la ciudad por cortos periodos. Sin embargo, no es una inversión que requiera poco esfuerzo; gestionar frecuentemente las transacciones con nuevos inquilinos puede consumir bastante tiempo.
Adicionalmente, no todos los apartamentos son igualmente atractivos para los turistas, quienes probablemente valoren aspectos distintos a los de un inquilino convencional.
Por ello, si decides comenzar a invertir en bienes inmuebles turísticos, te recomiendo que analices cuidadosamente el mercado e investigues qué tipos de propiedades obtienen los mejores resultados y por qué.
Invertir en inmuebles comerciales
Hasta este momento, nos hemos centrado en la inversión en viviendas o propiedades de menor tamaño. Pero, ¿qué pasa con los grandes edificios de oficinas, naves industriales o centros comerciales?
Estas inversiones también pueden ser muy lucrativas, aunque, como es lógico, requieren un capital considerable para poder acceder a ellas. Esto las convierte en opciones reservadas para personas con alto poder adquisitivo o grandes corporaciones.
No obstante, tú también puedes invertir en pequeños locales comerciales en tu ciudad. Estas inversiones pueden ofrecer una alta rentabilidad, aunque para tener éxito es fundamental conocer bien el mercado local y estar preparado para mantener el inmueble sin vender durante un tiempo.
Cómo invertir en Propiedades
Invertir en bienes inmuebles es una opción excelente para hacer crecer nuestro capital a largo plazo. Las propiedades son activos tangibles que históricamente han demostrado ser una inversión segura y rentable. Antes de comenzar a invertir, es crucial tener claros nuestros objetivos financieros y conocer el mercado inmobiliario en el que planeamos incursionar.
- El primer paso en las inversiones inmobiliarias es definir nuestro presupuesto y analizar nuestras posibilidades de financiamiento. Es importante recordar que la inversión en propiedades generalmente requiere una suma significativa de dinero, por lo que una buena planificación financiera es fundamental. Además, buscar el asesoramiento de un profesional en el área puede ayudarnos a encontrar la mejor opción de financiamiento.
- Una vez que tengamos claro nuestro presupuesto, es esencial investigar y analizar el mercado inmobiliario. Esto incluye estudiar las tendencias de precios, la demanda y la oferta en la zona en la que queremos invertir. Estar al tanto de los cambios en el mercado y de las oportunidades emergentes es fundamental. También es importante considerar la ubicación, pues una propiedad situada en una zona de alta demanda tendrá mayores posibilidades de apreciación a largo plazo.
- Un aspecto crucial a tener en cuenta es el tipo de propiedad en la que deseamos invertir. Hay diversas opciones disponibles, como apartamentos, casas, terrenos e incluso propiedades comerciales. Cada tipo de inmueble tiene sus ventajas y desventajas, por lo que es necesario evaluar cuál se ajusta mejor a nuestros objetivos y necesidades. Contar con la asesoría de un profesional inmobiliario puede proporcionarnos información detallada sobre las características específicas de cada tipo de propiedad.
- Finalmente, al seleccionar la propiedad en la que queremos invertir, es fundamental realizar una inspección exhaustiva antes de tomar cualquier decisión. Esto incluye revisar el estado de la propiedad, los documentos legales, los impuestos y cualquier otro aspecto relevante. También es crucial tener en cuenta los gastos adicionales que implica la inversión en bienes inmuebles, como los costos de mantenimiento, seguros y posibles reparaciones. Una vez que hayamos completado todos estos pasos, estaremos listos para invertir en bienes inmuebles y comenzar a disfrutar de los beneficios a largo plazo.
